13 Mar Siempre sumar
La primera vez que escuché sobre Voces Vitales fue de la voz de Laura Paonessa, una politóloga y emprendedora de lo público, con quien tuve la suerte de trabajar no sólo una, sino dos veces en mi carrera profesional. «Norín, tenés que participar de la semana de mentoreo, te va a cambiar la vida«. Laura es un human hub, así que la escuché y allá en el 2011, cuando atravesaba mis últimos meses en el Gobierno de la Ciudad de Buenos, me postulé como mentee (aprendiz) y quedé seleccionada. Fue una semana muy conmovedora, me presentaron a mujeres increíbles, me hice una gran amiga, conocí a María Laura García, que fue mi mentora y me definió como «célula comunicante«, una persona que vio en mí más que una simple relacionista pública, me vió como una emprendedora.
Pasaron los años y me acerqué y alejé de Voces Vitales, pero siempre la tuve presente como una gran red, ya que a través de esa experiencia, la semana de mentoreo, en la que pasé cinco días pensando mi carrera y mis deseos, viendo qué quería en mi vida, me resultaron muy útiles para lo que vino después.
Así como Laura, recomendé a muchas mujeres que se sumen las actividades que organiza Voces Vitales. En parte, también sirvieron de inspiración para crear Emprendedora LAC. Seis años pasaron desde aquel momento y este año, estrenando mi puesto de Directora, decidí que era mi momento de dar, y con más miedos que certezas, me inscribí como mentora para la Mentoring Walk. Como siempre que se dan momentos en las personas se conectan, la experiencia fue transformadora. Otra vez, la experiencia de mentoreo cambió mi vida.
En esta oportunidad, tuve la posibilidad de conocer a Cora, mi primera mentee oficial (ya he mentoreado a muchas mujeres extra oficialmente). En nuestra charla, en la que coincidimos en carrera y universidad pero distintos desarrollos profesionales, descubrí lo importante de «siempre sumar». Porque cuando uno va a cada paso de su vida intentando sumar valor, eso queda, se retroalimenta, genera experiencias nuevas y vuelve recargado hacia una misma. Mirando para adentro, pude ver cuánto crecí en estos 6 años y cuánto estuve colaborando para ayudar a más mujeres: desde lo que hacía en el Gobierno, desde Ellas2, y ahora con Emprendedora LAC. La militancia de sumar a la diversidad nunca termina, y dentro de ello, siempre se puede sumar más. También me di cuenta que cuando hay una misión que te convoca, no importa desde donde estés, si es en el ámbito público o privado, siempre lo vas a hacer coincidir con tu trabajo. Porque eso también hacemos las mujeres: integramos.
Si bien, no me convertí aún en 100% emprendedora, me desarrollo en un ámbito sumamente emprendedor y me siento una completa intraemprendedora. Porque también ser emprendedor es una habilidad que todos necesitamos desarrollar, y en la que vengo trabajando desde aquel momento. En mi rol en NXTP Labs busco que los proyectos que lleva adelante mi equipo sean autosustentables, no conozco límites para lo que podamos hacer, pruebo proyectos por experimentos, mido los avances, probamos, corregimos, volvemos a probar. Todas esas son tareas de un emprendedor, aunque no tengamos ese título.
En resumen: te propongo que busques una mentora o una aprendiz. Porque ayudar a otras mujeres es una experiencia que te va a cambiar la vida. No hay que esperar a la próxima actividad de Voces Vitales, puedes hacerlo esta misma semana. Y contanos tu experiencia, que en Emprendedora LAC siempre te daremos un espacio.